
Hay huellas del pasado que a veces te sorprenden.
Cuando menos te lo esperas aparecen sin saber el por que.
Y en esas ocasiones solo se pueden dar dos estados:
Que te afecte lo que realmente un día te pudo ocurrir
o que mires al frente pensando en el mañana sin importar
lo que sucedio ayer.
Y hoy fue uno de esos momentos, pues apareciste de la nada
y mi cuerpo ni siquiera se extremecio.
Ni un solo titubeo, ni nerviosismo.
No senti absolutamente nada por ti.
...